Si tus equipos «no te responden como deberían», te invito a leer este artículo.

Siendo líder, ¿te sentís identificado/a con alguno de estos escenarios?

  • Venís notando que los miembros de tu equipo suelen estar “ausentes” y desmotivados.
  • Te impacientás a menudo porque te cuesta que tus mensajes sean interpretados y puestos en práctica tal como quisieras,
  • Creés que tu personal no es lo suficientemente productivo.
  • Te dise cuenta de que entre los equipos que trabajan en un mismo proyecto no hay buena comunicación, o sencillamente no existe, y esto perjudica directamente los resultados de tu empresa.
  • Te escuchan con atención y asienten…pero luego no parecen “ponerse las pilas” y trabajan a contra-reloj, lo cual te exaspera.
  • Muchas veces te responden con evasivas y frases hechas como: “no le escuché lo que dijo”, “no fue eso lo que yo interpreté”, “creí que se hacía de esta manera”, etc.
  • Creés que esas frases son excusas para “desviar” responsabilidades.
  • El ambiente de trabajo se enrarece, tenés que repetir muchas veces las directivas y el personal no parece entenderlas o no las cumple como quisieras.

La comunicación deficiente es un problema actual con el que se enfrentan los líderes que continúa creciendo en forma alarmante y se está convirtiendo en un verdadero desafío de superación personal.

La tecnología hoy provee alternativas de contacto instantáneo con mensajes que provienen de varias plataformas, y que simulan una “conexión” humana genuina.

No obstante, el reverso de la moneda también existe, e irónicamente, quienes lideran personal ya experimentaron la cruda realidad: muchas veces y a pesar de la tecnología, no logran conectar son sus empleados, es decir, no establecen verdadera comunicación: esa instancia de conexión clara (no exenta de tinte emocional) directa y efectiva con su gente.

El cocktail de frustración, impotencia y desconcierto marea y da paso a angustias y sinsabores en muchos casos evitables.

¿Qué hacer ante estos panoramas?

Hay múltiples formas de generar un ida y vuelta más sano, es decir, un estilo de comunicación mucho más claro, auténtico y efectivo.

Una de ellas es que como Líder aceptes recibir feedback.

En comunicación, se conoce como feedback a la reacción, respuesta u opinión que nos da un interlocutor como retorno sobre un asunto, característica o acción determinados.

La palabra feedback proviene del inglés, y se compone de dos términos:  el verbo to feed, que significa ‘alimentar’, y la palabra back, que traduce en español ‘atrás’ o ‘retorno’. Feedback es entonces “retroalimentación’.

En el ambiente organizacional en general, se conoce como feedback a la evaluación de desempeño de una persona o grupo de personas sobre el trabajo realizado durante un período de tiempo – un año, la duración de un proyecto, etc –  con el fin de brindar reconocimiento u orientar mejoras si fuese necesario.

Sin embargo, son raros los casos en que el feedback se realiza de abajo hacia arriba en la escala jerárquica.

Las ventajas que obtendrás al recibir feedback de tu gente son varias, siendo estas tres las más importantes:

  • Cerciorarte de que el mensaje se entendió efectivamente tal y como fue tu intención al emitirlo.
  • Variar, re-configurar, revisar o adaptar tu mensaje enviado según la respuesta que se haya obtenido de tus receptores (los miembros del equipo)
  • Corregir los estilos de comunicación que utilizás – muchas veces inconscientes – verbales y no verbales, para lograr “cerrar la brecha” entre lo que quisiste comunicar y lo que realmente se entendió.

Otra increíble fuente de mejoras en tu comunicación es seguir estas pautas características de la Comunicación de Excelencia:

  • Mostrate vulnerable (humano/a ¡bah!) Ejemplos: “Te pido disculpas, fulano/a, no imaginé que te estabas sintiendo incómodo/a con mi forma de dirigirme a vos” / “Siento que puedo estar equivocado/a. Qué harías vos / qué harían Ustedes en mi lugar?”
  • Dirigite a los demás con humildad. Ejemplo: “Como cualquier persona, no tengo todas las respuestas y aprendo todos los días junto a Ustedes”.
  • Mantené tu oído atento a escuchar con la intención de apoyar/ayudar: “En qué podría serte útil/ colaborar con vos/ para facilitarte lograr esta meta?
  • Auto-observate: Descubrí cómo utilizás tu cuerpo y tu lenguaje al comunicar tus mensajes. Por ejemplo: ser consciente de cómo movés tus manos, qué actitud corporal elegís, si levantás tu cabeza y tu torso en señal de superioridad, si tu mirada es penetrante e “inquisitiva” o firme pero cálida, etc.
  • Escuchate:  Prestá atención a tu propio timbre y tono de voz: si es alto, bajo, agudo, etc. Tu manera de hablar…¿invita al diálogo o más bien es un monólogo?
  • Identificá cómo son las cosmovisiones o mundos sensoriales, la manera  particular que tiene cada uno de tus interlocutores para “recibir información/mensajes”, etc.  ¿Sabés diferenciarlas para dirigirte mejor a cada quien? Por ejemplo: Sos consciente de si algún miembro de tu equipo es extremadamente sensible, y a quien deberías dirigirte cuidando más tu lenguaje verbal y corporal?
  • Reconocé tus Meta-mensajes (los mensajes que enviás detrás de cada mensaje): Por ejemplo: Repasá las frases y palabras que usas cotidianamente. ¿Cuáles utilizás para dirigirte a tu equipo?
    ¿Acompañan tu intención de crear una atmósfera de trabajo más agradable, colaborativa y eficiente?
    ¿Considerás son inspiradoras / motivan a la acción/ orientan a la superación permanente? ¿O por el contrario, en el fondo sabes que refuerza lo que “todavía no se logró” en cada instancia de interacción? ¿Contienen tus conversaciones una dosis importante de empatía, de aprecio por la diversidad del mundo único de cada quien?

Según un estudio de Psicología positiva realizado en USA, sobre la importancia de los mensajes verbales y no verbales a la hora de comunicar, se determinó que el 38 % de la comunicación se hace efectiva (es recepcionada positivamente por el oyente) a través de la voz del orante o en este caso, del líder. El 55 % a través del lenguaje corporal y solamente un mero 7 % a través de las palabras y frases que utilizamos o escribimos.

Esto nos dice algo interesante… Si además le sumamos lo que hace décadas se comprobó: que somos seres 80 % emocionales y solo 20 % racionales, tenemos un mix interesante para desenredar este bendito nudo de desencuentros en nuestra forma de conversar.

Las preguntas poderosas que surgen entonces y con las que te invito a reflexionar son:

¿Cómo estás capitalizando tu voz y lenguaje corporal para mejorar tu estilo de comunicación? ¿Estás haciendo algo al respecto?

¿Qué habilidad/es te hace falta desarrollar para conectar emocionalmente con la gente en general, y con tus equipos en particular?

¿Considerás que podrías aprender a mejorar tu tono de voz, ritmo, volumen, trama discursiva, o sencillamente creés que “no tenés tiempo para eso?

¿Cómo afecta reconocer esto en tu forma de comunicar efectivamente?

¿Qué podrías hacer para que la vida de quienes trabajan para vos sea más armónica, alegre y que ellos sientan tiene un propósito por el cual vale la pena esforzarse?

¿Cómo podrías ayudar a tus equipos sin controlarlos excesivamente o considear que «te necesitan cerca» para lograr lo que les solicitás?

Un cambio en tu actitud hará la diferencia: en vez de “hacerte respetar”, ayudalos de manera que sientan que los estás apoyando a lograr la responsabilidad de auto-gestionarse: todos los seres humanos ponemos lo mejor de nosotros cuando el marco de referencia en el trabajo está asociado a nuestro crecimiento, sea este personal o profesional. Y cuando sentimos que no es así, no tardan en surgir los problemas.

La ventaja competitiva del líder actual es elevar su comunicación al nivel de excelencia, fomentando el diálogo y las conversaciones valorativas.

Los beneficicos son incontables. Compartiré algunos secretos de Neuro-Liderazgo y comunicación de excelencia en una sesión exploratoria. Para conocer los detalles y reservarla, podés escribirme un email a: contacto@monica-arias.com o enviarme un whatsapp al 011-5937-3158.

Es un privilegio desafiarte a Ser el/la líder que tu equipo elige cada día respetar y seguir.