Liderando Millennials y Generación Z: 8 No negociables.

En la siguiente infografía, comparto los 8 NO legociables que estas dos jóvenes generaciones acuerdan compartir a la hora de pertenecer a una organización/empresa/institución, y desear seguir haciéndolo.

Dale un vistazo, tomá nota y actuá!

Liderando Millenials y Generación Z – 8 NO negociables.

El diálogo y la escucha intencional fomentan ambientes laborales exitosos

Dialogar (que no es hacer tormenta de ideas) y escuchar con intención – actitud que precede y comanda todo diálogo – permite la práctica de conversaciones que destraban miedos, confusión y chateos tóxicos mentales, y por ende habilitan el avance de los proyectos sin cargas emocionales innecesarias.  Conversar eligiendo un lenguaje expansivo (con palabras y actitudes elegidas ex profeso, en particular por los líderes), y aprender a escuchar sin juzgar, es la receta clave para co-crear un ambiente laboral de confianza mutua y crecimiento sostenido, sea tu ámbito presencial, virtual o mixto (híbrido).

Estamos comprobando en carne propia lo que la Neurociencia constató hace más de una década: es indudable que la calidad del ambiente laboral depende de la calidad de las relaciones entre los miembros de la empresa, que a su vez depende de la calidad y tono emocional de sus conversaciones, personales o tecnológicas, virtuales o presenciales.

Se desprende entonces que, como Líder, el éxito de tu gestión – sea presencial, virtual o híbrida (mix entre ambas) – dependerá a su vez de la forma en que logres comunicarte con tu gente. Por eso, el cambio de mentalidad más importante que todo líder puede tener es darse cuenta de que tiene el poder de crear el espacio que habilite conversaciones creativas, expansivas, (no confundir con brainstorming) que generen mayor entusiasmo y reduzcan o eliminen el miedo, la apatía o la procrastinación de sus empleados.

Generar una “química sustentable” que amalgame a todos bajo el mismo “paraguas” de crecimiento y colaboración es la “nueva normalidad” instaurada durante la pandemia, que regirá el período post-pandemia según las Consultoras Gallup International, Deloitte y otras. Esto no es utópico, es posible focalizarse y / o generar las emociones de entusiasmo, compromiso y alegría dentro del trabajo, con la actitud adecuada y poniendo en práctica pasos simples que requieren la práctica sostenida en el tiempo y el compromiso de los tomadores de decisión.

Este es el diferenciador del siglo, porque incide directamente en la calidad de los resultados que planifiques lograr.

Van dos sugerencias que te ayudarán a mejorar tu clima laboral:

  1. Sé consciente de cómo iniciás tus conversaciones y del tono y contenido emocional que compartís 

Por ejemplo: el enojo o la bronca, hablar en voz quebrada, dudosa, dirigirse a tu personal con palabras o gestos de agresión o de disgusto por algún error que hicieron, etc «CIERRA» automáticamente al cerebro, lo paraliza, lo cual disminuye notablemente la plena atención y la escucha intencional, perjudicando las interacciones.

Intentá siempre elegir el estado emocional que contribuya más a tu expansión y la de tu equipo: iniciá tus mensajes con la mejor predisposición, aún si es muy difícil la conversación que debas mantener. Tené siempre en mente que tu intención es la de acompañar, de servir con alegría, de invocar al diálogo. Todos estos estímulos – y muchos otros que ponen el foco en la participación y colaboración – «ABREN» al cerebro, lo preparan para la creatividad, porque bajan notablemente el nivel de ansiedad y miedos que puedan estar perturbando a las personas.

Si el cerebro se «cierra», estarás caminando “sobre cáscaras de huevo” y en un laberinto sin salida: siempre vas a volver al mismo lugar – tal vez te haya sucedido por años – y no habrá cambio posible porque así estás “programado”.

Si en cambio, está en un canal «abierto» – tu mente estará relajada, y tendrás más posibilidades de elevar la calidad de tu comunicación, dado que los estados emocionales expansivos te habilitan para que puedas escuchar/comprobar/poner en práctica/explorar muchas más  opciones/posibilidades/alternativas sobre cómo cambiar una situación dada no deseada, lo cual, inevitablemente, enriquecerá tus relaciones.

La idea entonces es OBSERVAR sin juzgar qué tipo de mensaje estás enviando y cómo lo estás haciendo, cada vez que inicies una conversación, des una pauta, informes sobre nuevas iniciativas, un cambio, etc. Cuando sos consciente de la manera en que comunicás, podés elegir cambiarla si no te favorece. Podrás así co-crear una cultura que permita que los demás interactúen sin tanto miedo y compartan perspectivas, emociones, sentimientos y aspiraciones, lo cual hará que tu gente crezca – o quiera crecer en principio – y aprenda que el cambio, aunque genere miedos, no es el fin, sino el comienzo y continuación del crecimiento, que dicho sea de paso, nunca tiene fin. De hecho, y paradójicamente como lo dijo Heráclito hace siglos: LO ÚNICO CONSTANTE ES EL CAMBIO.

  • 2 Recordá la regla de Oro: Toda conversación, sin importar el grado de importancia del tema que se trate, estimula en los demás reacciones emocionales, de diversa índole e intensidad.

    En efecto, las conversaciones conllevan SIGNIFICADOS – y estos significados están entrelazados y activados mucho más en QUIEN ESCUCHA (tu equipo) que en QUIEN HABLA (Vos).

    Por eso, las palabras que elijas pueden causar que las personas se inspiren y refuercen un lazo de confianza con mayor intensidad, lo cual puede medirse fácilmente si sabés que para tu gente trabajar en tu empresa es como pertenecer a una familia… Cuando te des cuenta de esto, inmediatamente te surgirán las palabras, frases y actitudes que facilitarán tu conexión emocional con los demás.
    Sin embargo, tu forma elegida de dirigirte a ellos puede también desintegrar la confianza en un instante, haciendo que estén a la defensiva, critiquen permanentemente tu estilo de liderar y te consideren  – y a su juicio, te soporten –  solamente porque sos “EL/LA JEFE/A» .
    De ahí la importancia de lograr una comunicación clara, explícita, pero también con emocionalidad, serena, para que haya un equilibrio entre las responsabilidades a realizar y el estado emocional de todos los involucrados, incluyéndote.

Van 4 Preguntas Poderosas para interactuar con el equipo y generar diálogos:

  • Como no soy experto/a en el tema…quisiera que compartas/compartan… ¿qué pensás /piensan vos/ Ustedes sobre mi opinión?
  • ¿Qué otras posibilidades /alternativas pensás /piensan que podríamos crear?
  • Me gustaría pensar en grande sobre esto. ¿Cuál/es sería/n tu/s mayor/es aspiración/es – contribución/es para el proyecto?
  • Les cuento: estos son nuestros desafíos actuales. …¿Qué ideas/sugerencias tienen /se les ocurre aportar sobre cómo enfrentarlos y atravesarlos? Pensemos un minuto y luego me encantaría escucharlos e interactuar entre todos.

    Tu mente se abrirá ni bien comprendas la conexión íntima entre el ESTILO DE COMUNICACIÓN que elijas Y LA SALUD (psico-física) que compruebes al aplicarlo. De esa forma estarás habilitado/a para lograr que tu ambiente laboral sea más sano, con rituales de conversación que progresivamente generen emociones positivas e instauren alegría, autogestión responsable, humor y co-creación sostenida y sustentable.

Espero este artículo te haya sido de utilidad. Si es así, te pido le des un Like y lo compartas con quienes creas puedan necesitar leerlo.

Si te interesa comunicarte mejor con tus equipos y lograr un ambiente de auto-gestión responsable, escribime a: contacto@monica-arias.com y con gusto agendamos un encuentro.

Seguime en las redes…