Paciencia, virtud poco frencuente en los Líderes….Vos la tenés?

“¿Por qué aguardas con impaciencia las cosas? Si son inútiles para tu vida, inútil es también aguardarlas. Si son necesarias, ellas vendrán y vendrán a su tiempo” Amado Nervo.

“Patience polishes and purifies”. Rumi

Cuánta paciencia te das permiso tener, especialmente en tu gestión como Líder?
Con cuánta paciencia medís el efecto que produce un conflicto en tus relaciones laborales?
Qué nivel de paciencia te enseñaron – o aprendiste a fuerza de vivir – a tenerte a vos mismo/a?
Tu paciencia… tiene un límite? Lo conocés?


Es interesante responder estas preguntas y explorar porqué, en situaciones diversas y en especial, adversas, la paciencia no forma parte de nuestra elección consciente.

En efecto, los seres humanos contamos con esa única y suprema facultad: el poder de elección consciente. Ante una situación conflictiva dada, en general elegimos “lo de siempre”, que se traduce muchas veces en reaccionar, contestar o expresarnos muy mal.

En vez de eso sería tan liberador tomarnos unos segundos más para que el cerebro pudiese procesar lo que sucede sin inundarse con enojo o rabia, “buscando” una alternativa de respuesta diferente y más positiva, tal vez reparadora…

La paciencia es materia prima indispensable para llegar a buen término en cualquier proceso. Si se trata de un proceso de comunicación humana, se convierte en un elemento vital, sin el cual nos mantenemos en la repetición eterna del círculo vicioso que implica ser impacientes.

Por el contrario, muchos conflictos – la mayoría innecesarios – se amortiguan, y/o se disipan cuando elegimos ser pacientes.
La paciencia es aliada, pero no es automática, porque es una virtud que se aprende a medida que se practica como todas las virtudes. Su origen es interno, y se expresa cada vez que la oportunidad nos pone frente a cualquier situación o persona que la despierte o desafíe.

Me pregunto….vos sabés anticiparte y ver cuál es la gota que rebalsará tu vaso?

Como líder, te sugiero aprender a auto-gestionar tus emociones.

Ellas te enseñarán mucho sobre tu nivel de paciencia y lo que podés aprender para transformar tu gestión cuando lo incrementes. Además, practicarla te habilita a enseñarla…

Como modelo, te sugiero copiarte de la Naturaleza, que sin prisa, ni pausa, ni alardes, se despliega silenciosa y te regala un día nuevo detrás de otro…

Que tu paciencia no se haga esperar!

Tus equipos y quienes conviven con vos en tu trabajo, aunque no lo demuestren, te lo agradecerán.

Mónica M. Arias

Neuro-Leader Sales Coach.