Cerebro, Liderazgo y Poder de elección consciente.

CEREBRO

No es secreto ya que las emociones negativas – rabia o bronca, angustia prolongada, etc – provocadas por los pensamientos negativos, deterioran y hasta bloquean nuestro sistema inmunológico. Tampoco lo es que el nivel, cantidad y variedad de enfermedades siga en aumento precisamente por eso, y en todos los ámbitos, especialmente el laboral. Una solución? Ejercitar nuestro poder de elección consciente.

Según un estudio realizado por el Departamento de Neurociencias de la Universidad de Columbia – USA – en el año 2013 – se comprobó que se necesitan 4 pensamientos positivos para neutralizar – dejar sin efecto – un solo pensamiento negativo. Es decir, el cerebro debe esforzarse mucho más en forma consciente, para elegir virar los pensamientos hacia otros mejores y generar mayor bienestar físico-psíquico.

Por otro lado, un excelente trabajo de investigación realizado también en el 2013 por la Organización Panamericana de la Salud, sobre la Salud Mental en América Latina y el Caribe con vistas al 2020, a tan solo un lustro por delante, revela estadísticas para nada halagüeñas. Se estima que las enfermedades mentales en la región continuarán en aumento y para el año 2020 habrá cerca de un 30 % más de personas que sufrirán diferentes tipos de enfermedades psíquicas, entre las cuales la depresión y distintos tipos de demencia serán las más comunes.

En las Observaciones finales de la investigación, cuyo link adjunto más abajo, estos son los puntos más destacados:

  • Creciente deterioro de la salud mental especialmente en la población infantil y en las mujeres de edades diversas.
  • Clara tendencia al crecimiento del caos mental, disminución de funciones cognitivas y ejecutivas en la población en general.
  • Tendencia creciente y sostenida de enfermedades como la depresión, el diagnóstico bipolar y el Alzheimer (población en su mayoría menores de 30 años).

http://www.paho.org/per/images/stories/FtPage/2013/WHO-AIMS.pdf

Si además nos animamos a observar el “mundo” actual de las Empresas, donde los Líderes están sobrecargados de responsabilidades, y no parecen encontrar salida a su sobrecarga de stress crónica (síndrome Burn-Out), este porcentaje con seguridad – y lamentablemente – será superior.

Estos problemas humanos se acentúan porque casi todos ellos tienen raigambre emocional. Y la realidad es que no nos han enseñado qué son, cómo influyen en nuestro comportamiento y cómo controlar nuestras emociones. Por eso, la forma en que elegimos comunicarnos – tanto en el ámbito laboral desde el Liderazgo como en el privado – genera emociones fuertes, muchas veces negativas o tóxicas. Y esta toxicidad se hace crónica y se convierte en un círculo vicioso…Creemos que no hay salida, pensamos siempre igual…

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Entonces, cómo salir de la «trampa emocional tóxica” y transformar la comunicación para lograr un liderazgo natural que inspire a las personas a ser y dar de sí lo mejor? En principio, siendo conscientes de la limitación que produce, física y psíquicamente, un liderazgo que no es auténtico (cuando no somos auténticos con nosotros mismos). Es decir, un liderazgo que no fundamenta sus principios y gestión en elevar la calidad de vida de los equipos que lidera, basado únicamente en el logro de objetivos o metas.

Sobre los nuevos paradigmas en Liderazgo hay mucho para decir, y estaré compartiendo más en sucesivos artículos. Lo importante es notar que se puede aprender a sentirnos y comunicar mejor,  y en este sentido, descomprimir el cerebro, por ende llevarnos mejor con Nosotros mismos, es el primer paso hacia el logro de un balance emocional sostenido.

Un pregunta interesante y recurrente es: Por qué si cambiar nuestro pensar genera mayor bienestar, no lo hacemos? (Nuevamente, las respuestas son múltiples y en sucesivos artículos compartiré más información sobre los mecanismos que generan todo tipo de adicciones en nuestra vida).

Una forma simple – y no por ello reduccionista – de contestar esa pregunta y explicar por qué resistimos los cambios y cómo se enquista este mecanismo tóxico en nuestra vida es la siguiente:

Nos aferramos a – es decir, no queremos abandonar, por la razón que sea – nuestras historias sobre “cuántos problemas hemos tenido o tenemos en la vida, hemos atestiguado o “padecemos” en el quehacer diario laboral, etc”, lo cual nos mantiene focalizados en lo negativo en forma continua. Y es sabido – y ya comprobado por la Neurociencia – que en lo que nos focalizamos es aquello que repetimos….

Esto por supuesto nos enoja… y manifestamos ese enojo expresándolo hacia el “mundo” (la culpa es de …) porque seguimos creyendo que es “el mundo» el que «nos hace enojar».

Ahora, esa bronca interna, no desaparece, permanece,  la masticamos o peor, la rumiamos por dentro, afectando así directamente nuestra capacidad de procesar y digerir TODO: desde la comida que ingerimos diariamente, la habilidad de sus nutrientes para realizar su labor en el cuerpo, hasta el amor que nos brindamos, que por supuesto rechazamos inconscientemente.

En síntesis: Nos cerramos, comprimimos, ajustamos, contraemos, para protegernos….”del mundo”, porque sentimos MIEDO. Y ese miedo afecta directamente nuestros sistemas circulatorio, digestivo y endócrino. Las “cosas” NO fluyen, simplemente porque nosotros NO fluimos …Nos quedamos atascados como en un cuello de botella y dentro de nuestra caparazón, comprimiendo y ahogando el sentir de nuestros corazones… Nuestra circulación se hace lenta y nos fastidiamos….Y esto en los Líderes se manifiesta en forma dramática con altos índices de stress cuando la urgencia de las metas a cumplir no se hace esperar y los conflictos emergen cada vez con mayor fuerza.

Cómo se involucra el sistema endócrino en este circuito? El sistema endócrino produce hormonas que regulan nuestro metabolismo así como nuestro crecimiento y desarrollo. También regula las funciones de los tejidos, la reproducción y el descanso (dormir – soñar). Consiste en un conjunto de varias glándulas fundamentales y órganos asociados a ellas, como las glándulas pituitaria, tiroides, suprarrenal, el páncreas y los ovarios / testículos. Además, el sistema endócrino afecta prácticamente cada órgano y célula de nuestros cuerpos!

Por efecto, si nuestra digestión no se realiza en forma armónica y nuestra circulación es limitada, el sistema endócrino funcionará en forma deficiente, comprometiendo las funciones naturales de todas las glándulas y órganos que lo componen. Se generarán así demasiadas o muy pocas hormonas que sirven para regular las funciones corporales con éxito. El sistema se des-compagina, siendo la carga eléctrica más importante que precisa nuestro cuerpo para lograr un balance sostenido en sus funciones orgánicas. Y qué es lo que dirige nuestro sistema endócrino? Adivinaste: nuestros pensamientos, que provocan nuestras reacciones físicas – acciones – y expectativas basadas en las “historias repetitivas de problemas o dramas” a las que nos pegamos y aferramos, sean estas reales o imaginarias, ya que el cerebro no distingue entre la realidad y la imaginación.

Por lo tanto, el Poder de elección consciente con el que TODOS contamos, consiste precisamente en observar este comportamiento de la mente, y simplemente elegir otra forma de pensar. Porque aquella tóxica no nos sirve.

Simple decirlo, difícil lograrlo, porque somos seres de hábito, y una vez que arraigamos un hábito negativo en nuestro pensar y comportamiento, el nuevo proceso de desandar el camino nos resulta desconocido y por eso, lograr el cambio no es sencillo. Por qué? Porque el cerebro básicamente cumple la función de lograr nuestra supervivencia y ama la comodidad, por eso, las novedades lo aterran.

La buena noticia es que re-programarlo no es imposible, porque también el cerebro es “elástico”. Es decir, una de sus mayores funciones se llama Neuroplasticidad, y consiste en la capacidad de las neuronas en adaptarse a nuevas “reglas de juego”, a crear nuevos canales neuronales o caminos – redes hebbianas – que nos permiten justamente, mantenernos firmes en la elección de cambio realizada.

Entonces, si queremos llevar adelante vidas más sanas, debemos en principio:

  • Abandonar nuestras “historias repetitivas de dramas o malestares vividos” , tanto en lo verbal como en su permanencia en nuestra cabeza, y estar dispuestos a ser libres y felices. Empezando hoy.
  • Entrenar nuestro cerebro para crear nuevos caminos neuronales – redes hebbianas – y sinapsis – conexiones entre neuronas – que nos habiliten a sentir mayor bienestar diariamente.
  • Observar y detectar sin juzgar aquellas memorias alojadas dentro nuestro que nos hacen reaccionar en forma automática (patrones mentales negativos recurrentes) y que nos provocan gran malestar. Entonces podremos lograr el estado del “fluir”, nuestros cuerpos estarán plenamente comunicados y sincronizados con todos los sistemas y la salud plena tendrá una oportunidad de establecerse por más tiempo.
  • Pedir ayuda si nos damos cuenta de que la precisamos.
  • Limpiar o depurar nuestros cerebros periódicamente.
  • Sincronizar con formas simples de humor diario.

Como una creación, la elección y dirección conscientes son nuestras, nos pertenecen, así como nuestra respiración, y por ahora, al igual que esta última, no están aranceladas… La pregunta es: estamos dispuestos a deponer nuestras propias espadas e iniciar un cambio de hábitos?

Nuestros cerebros – órganos holísticos o interconectados – precisan, como cualquier otro órgano, depurarse y limpiarse a menudo para funcionar mejor y comenzar un proceso de cambio en la forma de comunicarnos con nosotros mismos y con los otros.

Entonces, si elegimos finalmente dejar de lado los patrones negativos de pensamiento, podremos poco a poco eliminar toxinas y lograr mayor bienestar corporal y psíquico mediante – en principio – la depuración cerebral, que no excluye al humor como catalizador natural y transformador instantáneo de la «realidad». Este es un primer paso, simple, pero importante.

Cómo empezar ya mismo a limpiar tu cerebro y sentirte mejor?

Enviame un email a contacto@monicaarias.com.ar  escribiendo en el tema la palabra Regalo y con gusto te enviaré la Dieta Detox Cerebral básica de cortesía para que la comiences a practicar ahora.

Tu cerebro, mente, cuerpo y espíritu te lo agradecerán.

Que tengas una hermosa Vida! Mónica Arias.

 

 

«Descubrí tu alegría interior y brillá con Excelencia, porque la Joya, sos…Vos!»

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