Comunicar valor: ventaja competitiva del liderazgo presencial y virtual.

Voy a decir algo que no es novedad para nadie, pero es preciso repetir hasta el cansancio: es necesario desmitificar el liderazgo y quitarle el halo “romántico” que suele asignársele. Porque no es posible seguir pensando, como muchos creen, que se aprende a ser líder – presencial o virtual – yendo a un curso o leyendo un libro. Claro que es importante capacitarse, crecer en conocimiento, y no estoy diciendo que dejes de hacerlo.

Sin embargo la realidad es que liderar siempre fue un Arte, con mayúscula, y lo sigue siendo. Y como tal, requiere de técnicas base, importantes pero no suficientes, porque en rigor de verdad liderar implica mucha práctica, tiempo y paciencia. Es decir, implica un hacer constante, o dicho de otro modo: liderar implica mucho trabajo. Por ese simple hecho NO es para cualquier persona, aunque SÍ cualquier persona pueda aprender a ejercerlo y ser excelente en su desempeño.

Tu trabajo “hacia afuera” en tu rol de líder por momentos será duro, arduo, aburrido, desafiante, exasperante, pero tal como al artista, te producirá con seguridad grandes satisfacciones si día a día continuás tu tarea con espíritu y actitud renovados, pase lo que pase. A esto tenés que sumarle el trabajo “hacia adentro”, tal vez más importante aún: el auto-conocimiento, la aceptación de áreas de mejora para pulir tu gestión al nivel de excelencia, la decisión firme de convertirte en un mejor líder, más confiable y coherente, más cercano, humilde y vulnerable, dispuesta/o a crecer y a co-crear.

Y aquí tiene lugar la Comunicación Valorativa o de Excelencia, ventaja competitiva de las empresas exitosas hoy, y uno de los pilares más avanzados descubiertos por la Neurociencia que está revolucionando positivamente las Culturas Organizacionales de grandes, medianas y pequeñas organizaciones.

La Comunicación Valorativa o de Excelencia conlleva un cambio de paradigma: es el pasaje de la instancia reactiva por miedos e inseguridades (dominio del cerebro primitivo o reptiliano) al aprendizaje de consolidar formas de comunicarse de alto valor que implican un esfuerzo por revisar patrones de comportamiento y lenguaje, y re-diseñarlos, para lograr grupos humanos más alegres y comprometidos (auto-reflexión o auto-coaching, dominio del neocórtex) .

Incluir Comunicación de Excelencia en el día a día laboral, implica que comenzarás a crear otras vías neuronales (redes hebbianas) ya que el cerebro posee una capacidad estupenda llamada neuro-plasticidad, mediante la cual se pueden lograr cambios químicos que implican mayor bienestar psico-físico.

Esto es vital porque si estamos “regulados” por grandes cantidades de cortisol (neurotransmisor que emite el cerebro primitivo), estamos literalmente inundados de stress, cerrando las opciones expansivas que podríamos co-crear si nos animáramos a establecer vínculos más genuinos y vulnerables con nosotros mismos y nuestros equipos (generación de oxitocina y serotonina, dos neurotransmisores naturales que emite el neocórtex cuando está estimulado y en una atmósfera psicológicamente segura donde existen instancias de reciprocidad y aprendizaje).

Innumerables estudios realizados por Universidades de la talla de Harvard ya han comprobado que generar felicidad y bienestar laboral implica contar con una Visión empresarial de trascendencia (mucho más expansiva que la meta económica) que da sentido a la tarea del Líder porque le ayuda a transmitir con el ejemplo esta visión expansiva a su equipo.

El problema radica en la enorme grieta entre lo comprobado científicamente y lo que en las empresas en general se sigue aplicando: estilos de liderazgo autoritarios y ultra piramidales.

Cuando un/a Líder se involucra con decisión en co-crear comunicaciones valorativas con su personal, por ejemplo fomentando el diálogo fecundo, está activando las “redes neuronales” propias y de los demás, redes que en la psiquis generan confianza (primer condición esencial que todo líder debe poder brindar) y simultáneamente activa su pensamiento estratégico, y su habilidad para empatizar con otros.

Te dejo tres Preguntas Poderosas de Neuro-Coaching para que te hagas a Vos Mismo/a y otras tres para compartir con tus equipos.

Para el Líder

1 – ¿Qué estilo de comunicación mantengo conmigo mismo/a que no me permite crecer como Líder? Ennumerar qué cosas te decís usualmente en tu quehacer diario.

2 – Si tu estilo de comunicación no te «devuelve» respuestas aceptables de tus equipos…¿Qué te impide cambiar el estilo nocivo de comunicación? Anotá todo lo que se te ocurra.

3 – ¿Cómo estoy aportando alto valor a cada persona de mi equipo en mi gestión diaria?

Para el Líder junto a sus equipos:

1- ¿Cuáles son las conversaciones, frases, palabras, gestos y acciones diarias que repetimos sin darnos cuenta y que perpetúan una cultura o ambiente tóxico emocional-relacional? Ennumerar.

2 – ¿En qué áreas del trabajo podríamos virar a nuevos comportamientos que se centren en un NOSOTROS?

3 – ¿Qué nuevas posibilidades podríamos crear para lograr una mayor interacción y mejor convivencia entre todos?

Recordá que así como no existen emociones “malas” o “buenas”, tampoco existen los resultados “buenos” o “malos” sea cual sea el tamaño de tu empresa. Ya que cada resultado indica simplemente una tendencia que, o es preciso revisar o es urgente cambiar, o quizá ambas cosas.

Si precisás aprender más sobre cómo lograr una gestión de Neuro-liderazgo de Excelencia con herramientas prácticas, te animo a escribirme a contacto@monica-arias.com o enviarme un whatsapp al 011-5937-3158. Contame brevemente cuál es tu mayor desafío actual como líder y exploraremos si mi ayuda puede ser tu próximo paso a dar.

Mónica M. Arias

Consultora Boutique en Comunicación de Excelencia