Reflexiones sobre el Día Internacional de la No violencia contra la Mujer.

25 de Noviembre – Día Internacional de la NO violencia contra la Mujer (free image)

Hoy, como cada 25 de Noviembre, conmemoramos el Día Internacional de la NO violencia contra la Mujer, instituido porque ese día, pero en 1960, se realizó en República Dominicana uno de los femicidios más atroces de la historia: El dictador Rafael Trujillo, mandó asesinar a golpes a Minerva Mirabal Reyes y a sus dos hermanas, Patria y María Teresa, en un descampado Dominicano.

Minerva no toleraba las injusticias del régimen de Trujillo, ni sucumbió ante sus reiteradas insinuaciones obscenas, y esto, sumado al hecho de que era líder de la resistencia contra el dictador, le costó la vida y a sus hermanas. (Recomiendo la película: “En el tiempo de las mariposas” con Salma Hayek como Minerva Mirabal Reyes).

Desde entonces pasó mucha agua bajo el puente… pero seguimos padeciendo altos índices de femicidios en todo el mundo, ejecutados en su mayoría por personas de nuestro entorno: parejas, ex paejas, amigos, novios, ex maridos, maridos u otros familiares.

Hacia el cierre del año, es bueno reflexionar no solo sobre logros profesionales y objetivos a futuro, sino también sobre esta dura realidad. Porque como suelo decir, los varones han sido criados, en general, por mujeres…Mujeres que no saben ponerles límites, atrapadas por los márgenes impuestos por la cultura, interpretando que amar es poseer, o ser poseídas.

Mujeres que manipulan, ocultan y niegan, generando su violencia interior que fomenta culpa y destruye su calidad de vida y la de su familia. Es decir, mujeres que no se aman a sí mismas…

El impacto de esa involución solo se “nota” y se lamenta con el tiempo, muchas veces demasiado tarde.

Por eso, liberarnos de culpas es el trabajo interior que debemos hacer para lograr madurez emocional, y evitar inconscientemente vivir esa madurez como una transgresión:

Por eso, invito a quienes lean este artículo a auto homenajearse con sencillez, pero con certeza y agradecimiento. Certeza por haber transitado este año con valentía e integridad, sabiendo que si bien es un ciclo a punto de cerrar, nuestro universo femenino puede aportar infinidad de bendiciones al que comienza – estamos llenas de dones que ansiamos compartir – siempre que aprendamos a reconocerlo y liberarlo.

Transitemos con gratitud plena este espacio-tiempo, y que nunca nos falte la alegría: seguramente, nuestras antepasadas vivían en esa frecuencia… signo inequívoco de su nivel de sabiduría.

De vez en cuando “escucho” sus carcajadas viviendo en comunidad, que brotan desde vaya a saber dónde…

La Maestría el liderazgo femenino se demuestra andando…

Comparto un nuevo artículo que escribí para mi columna en la revista femenina de negocios Visionarias Business.

Liderar cambios con maestría no requiere de super poderes ni de fórmulas extrañas. Se trata de aceptar que para iniciarlos hace falta mucho coraje, y que para sostenerlos se debe demostrar el ejercicio de esa maestría en dos niveles. Las mujeres líderes intuitivamente los conocemos, aunque no siempre los dominamos, a pesar de que uno de esos niveles nos es ultra familiar desde que el mundo es mundo, y antes también.

Empecemos conviniendo que para poner en práctica la gestión de cambios, se requiere, entre otras “menudencias”, contar con cuotas extra de valentía, una paciencia extraordinaria, capacidad ilimitada para aprender de los errores sin auto flagelarse al cometerlos, una dosis de humildad digna de la encarnación de un lama, y mil cuestiones más. Pero por encima de todo, necesitamos dominar los niveles físico y no físico implicados en el proceso.

El nivel físico lo llevamos a cabo a través de nuestras conversaciones, interacciones, movimientos y acciones concretas.

El no físico mediante los pensamientos, conversaciones con nosotras mismas, intenciones, gestos conscientes e inconscientes y principalmente, nuestro nivel de energía: las mujeres corremos con ventaja en este nivel, porque este es precisamente el mundo que la cotidianeidad nos invita a explorar permanentemente.

Es como si hubiésemos nacido dotadas de un canal de “inteligencia artificial” propio e incrustado en nuestro ser: “chateamos” con nuestro gps interno todo el tiempo. Esto nos facilita el auto conocimiento (nivel no físico) pero no siempre nos animamos a explorarnos.

A decir verdad, ambos niveles suelen ser disonantes entre sí, y esto es simplemente producto del enorme miedo que muchas líderes sienten por razones diversas (conscientes o no), que las anclan en estados de frustración o de perpetua repetición de ciclos: “recalcular” implica un movimiento interno que a todas luces sigue estando “devaluado”, pero cuyos misterios y tesoros la mayoría de nosotras conocemos muy bien, aunque los resistamos.

Reconocemos, por ejemplo, que un cambio ha tenido lugar porque lo hemos “medido” u “observado” (nivel físico), pero aún hay muchísima resistencia en reconocer que ponerlo en práctica también implica haber dominado nuestro mundo íntimo, emocional, energético y por ende, “vibracional” o no físico.

La ciencia nos dice que a mayores miedos, menor “vibración” expansiva de la energía que cada ser humano emite. Esto solía denominarse “discurso pseudocientífico”, pero ya es una realidad contundente y harto probada: las líderes efectivas exhiben una energía ampliada, expansiva, que disipa los miedos propios y ajenos, creando vínculos profundos en beneficio de todos. Por eso, el logro de cualquier cambio que emprendamos está ligado directamente al uso adecuado – o no – de la energía de que dispongamos durante el tiempo que implique transitarlo.

Aclaremos que cuando la ciencia habla de “nivel de energía” no se refiere a si la persona es o no proactiva, inteligente, ejecutiva, preparada, rápida, buena estratega, genia financiera, etc (Estas son cualidades magníficas, pero por sí mismas no producen cambios en la dinámica relacional). Tampoco se refiere a quien al presentarse parece que “se lleva todo por delante, como un huracán” (alguien así será sumamente temida y como mínimo, confundirá por demás a su gente).

No. El nivel de energía en este caso está ligado a la carga emocional positiva que exhiba la líder, a su disposición permanente a ser flexible, a priorizar el servicio, a su intención genuina de lograr un equipo unido, sólido, con identidad propia, donde la energía grupal siempre esté presente y se trabaje e interactúe con verdadera pasión y alegría.

Es decir, el nivel de energía se refiere no solo a lo que la líder hace y dice, sino, en especial, a “cómo lo dice y hace”, y esto, una vez más, está ligado mucho más con el nivel no físico de su gestión.

Es verdad que autoadministrar la energía es más bien como mínimo, una tarea harto compleja donde entran en juego factores de la personalidad, creencias, estado anímico, contextos, etc. Se entiende entonces lo difícil que a veces resulte asumir tu rol y reconocer cómo están tus niveles – en especial el no físico – así como el de los demás, y distribuir tareas acorde a las diferentes capacidades, ya que por regla general no todos estarán pasando por estados anímicos iguales, o demostrarán niveles de energía similares en el mismo momento…día, semana, mes, etc.

Otra noticia que nos da la ciencia es que en un entorno donde priman las emociones desmotivadoras o perjudiciales psicológicamente, se erosionan las capacidades mentales y a su vez, esto repercute en la baja calidad de las relaciones que se entablan en dicho entorno (cultura organizacional tóxica), lo cual a su vez desmoraliza y se ve reflejado en el bajo rendimiento y productividad del personal (resultados).

Recordemos que el cerebro es altamente ineficiente cuando está aburrido o estresado, pero funciona de manera óptima en estado de “curiosidad”, sorpresa positiva, color, armonía y alegría, lo cual facilita que se equilibren las demandas trabajo con las habilidades de las personas para cumplirlas. Por otro lado, todas sabemos que la gente trabaja bien cuando se siente bien. Tu rol y tu equilibrio emocional – nivel no físico – son por lo tanto vitales para mantener el espíritu de tus equipos bien alto, a pesar de los desafíos y problemas que enfrenten.

Y aquí entra en juego tu capacidad para permanecer atenta a tus propios cambios de humor, tus pensamientos, intenciones, conversaciones, lenguaje que utilices, acciones, nivel de energía; es decir, cómo estás gestionando los dos niveles que implica un cambio, ya que de ello dependerá que puedas establecer metas y desafíos “convocantes” y con “sentido” para todos, más allá de los que establezca la compañía para la que trabajes o los que vos misma plasmes como dueña de tu empresa.

Veamos un ejemplo de acciones – nivel físico – que te ayudarán a liderar cambios:

⇒ Reflexiona , revisa y reevalúa aquello que no esté “funcionando” bien…

Revisa periódicamente y con curiosidad qué viene pasando en tu gestión y en el clima que se vive en tu grupo. Define qué tipo de problema o desafío persistente incide directamente en la dinámica relacional y en los resultados y anótalos en un cuaderno o tabla digital. Te dejo dos ejemplos y te animo a agregar todos los que recuerdes de acuerdo a tu caso específico:
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  1. En líneas generales, hace rato mi equipo está desanimado/resentido/distraído/no comprometido/rebelde, etc.
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  2. Me cuesta mucho “llegar” a conectar emocionalmente con mi gente/lograr que comprendan la importancia de trabajar en equipo/ involucrarlos en las metas/responsabilizarlos por las tareas/mantenerlos activos, etc.

⇒ Una vez definas los problemas a los que te enfrentas, crea una lista de posibles acciones que podrías tomar inmediatamente, tanto a nivel presencial como virtual, por ejemplo:

  • Convocar a una reunión semanal breve donde invites al diálogo y a la creatividad. Debes dar el ejemplo abriendo el mismo (no confundir con brainstorming).
  • Anima a tus equipos a comentar cómo se sienten al hacer esto último. Siempre tomá nota de la información que recojas en esos encuentros.
  • Exigir menos y acompañar / conectar / enseñar / servir más.
  • Escuchar más y mejor a cada miembro del equipo, tanto en reuniones como en todos los casos en que mantenga una conversación, pública o privada.
  • Solicitar ayuda inter o extra company si lo crees necesario.

En el nivel no físico y para mejorar tu forma de relacionarte, antes que nada practicá equilibrar tu mundo interno, energía y emociones.

Puedes ayudarte a través de múltiples patrones mentales disruptivos, por ejemplo con ejercicios de respiración consciente, meditación, mindfulness (plena consciencia del presente), ejercicios de relajación, yoga, QiGong, escuchando música que te agrade, bailando, practicando “grounding” (caminar descalza y tomar un “cable a tierra”), practicando expresiones artísticas, contratando a quien te ayude, en fin, lo que sea y resulte necesario.

Luego incorpora la práctica de bajar un poco tu tono de voz y de modular tu forma de comunicarte al interactuar para crear una atmósfera de interacción más armónica y sentirte cada vez mejor con el cambio. Hablar en tono afable y cálido no implica utilizar un tono “aniñado” o “falsear” la intención de conectar. Sencillamente, cambia apenas tu forma de hablar de manera que notes el efecto en las personas, que se verá traducido en más atención e interés en escucharte, etc.

Aunque al comienzo te incomode, porque naturalmente estarás entrando en “terreno desconocido” y a tu cerebro no le va a causar ninguna gracia, date tiempo y sé constante con la práctica: tu energía comenzará a expandirse a medida que te focalices sin temor en lo que vas “observando” inside-out (de adentro hacia afuera).

⇒Por último, te animo a que invites a tu gente a ser parte de algo mucho más importante, inclusivo, abarcativo y enaltecedor que simplemente lograr metas (transformación)

Los seres humanos anhelamos formar parte de algo que nos de orgullo hacer, en especial si los efectos de nuestro trabajo benefician a muchos. Algo que además nos permita hacer cosas que nos brinden satisfacción interior y nos hagan crecer.

En ese marco, puedes diseñar junto con tu personal una meta “extraordinaria”, positiva, significativa, donde tengan lugar acciones en conjunto por las cuales cada quien sienta la importancia de su papel en lograrla.

Es, en definitiva, andando sin miedo los caminos interiores como cada mujer líder se ayuda a sí misma a promover el crecimiento y el aprendizaje continuo, invitando a los demás a ser partícipes de sus respectivas transformaciones inside-out.

Al poner en práctica estas sugerencias, y tener en cuenta los requisitos que requiere todo cambio, no tardarás en notar que lograste la maestría en dominar los niveles físico y no físico de tu gestión, contarás con mucha más energía expansiva, al igual que cada miembro de tu equipo, y el efecto será replicador, porque el ambiente se transformará para bien, y junto con él, la inspiración y entusiasmo que habrás podido contagiarle a todos.

Recuerda que nada cambia si nada cambia. Sé muy bien y por propia experiencia que transformarse y transformar siempre es más difícil, pero es mucho más estimulante que no hacerlo, ya que en la vida en general, los trabajos y en especial las relaciones, lo único que permanece – paradójicamente – es el cambio.

Por eso, cambio y vida son prácticamente sinónimos…más claro imposible. Aventurarse a cambiar es un signo de madurez emocional por demás digno de las mujeres que se atreven a liderar, hoy y siempre, con alma y vida. 

Por ahora, esto es todo. ¡Cambio y fuera!


Mónica Arias para Visionarias Business, España..

El link para ver el artículo en la página de Visionarias Business es: https://visionarias.business/la-maestria-femenina-en-liderazgo-se-demuestra-andando/

Inteligencia Artificial y Emociones: nuevo cocktail que dará mucho que hablar…

Transitamos un momento histórico mundial llamado “era digital”, que en realidad se define mejor como “era digital/relacional”, porque la tecnología en todas sus variables (inteligencia artificial, robótica, realidad virtual y aumentada, etc) seguirá creciendo ad infinitum, a costa de que nuestra habilidad relacional – crecimiento del grado de inteligencia emocional – se vea estancada con o involucione, muy a nuestro pesar.

Los seres humanos somos mitómanos: nos mentimos bastante y no nos damos cuenta de cuánto nos domina el ego a la hora de interactuar con los demás, en especial cuando no nos conocemos, porque hacerlo implica un trabajo de reconocimiento de habilidades pero también de debilidades, de luces y sombras, que no muchas veces nos gusta explorar pero que es necesario integrar.

Lamentablemente, el panorama que aún persiste en muchas empresas, organizaciones e instituciones sigue siendo el mismo: los líderes en general y por la razón que sea, continúan creyendo que el cargo equivale a idoneidad, no han evolucionado a nivel emocional, y no reconocen que deberían cambiar algunos rasgos para obtener la confianza de su personal por su manera de ser y de relacionarse, y no por imposición.

Pero la realidad se impone y nos sacude: si no reconocemos que lo más importante en todos los ámbitos humanos – familiar, laboral, social, etc – es aprender a navegar las dinámicas relacionales que entablamos con otros seres en pos de mejorar nuestros vínculos, nos resultará sumamente difícil, sino imposible, crecer como personas y ni qué hablar como empresas. Esta no es una novedad, la neurociencia comprobó que somos seres 80 % emocionales y 20 % racionales, hace más de dos décadas.

De hecho, las empresas que hoy siguen creciendo son las que aprendieron a dejar atrás los mecanismos que imprimen competencias descarnadas y un marketing dirigido solo a clientes externos, se armaron de coraje y volcaron esfuerzos y recursos para detectar grietas en sus estilos de comunicación y transformar positivamente sus culturas organizacionales y consecuentes resultados.

Esa es la razón por la cual aprender a comunicar a nivel de excelencia es hoy un no negociable: porque todo comunica, y de acuerdo a nuestra forma de pensar, hablar y actuar, se fortalecen o debilitan nuestros vínculos, en especial nuestras relaciones laborales, y por ende los resultados. Históricamente, siempre fue así, pero hoy con el advenimiento de la inteligencia artificial y los estragos psicofísicos que dejó la pandemia, se nota mucho más la necesidad urgente de practicarla.

Sobre la inteligencia artificial, hay que decir la verdad: más allá de la expectativa (buena o mala) que genera, de su poder de asombrarnos y “movernos la estantería” por los miedos y la enorme incertidumbre que despierta, es un invento magnífico. Tiene tantos usos y aplicaciones como se nos ocurra, y la velocidad de respuesta es casi instantánea (ChatGPT, Adobe, etc).  Hay quienes afirman que hasta podremos contar con su ayuda para dirimir asuntos donde nuestras emociones estén en juego, que habrá tal vez una economía dirigida por ella, que millones quedarán sin empleo por su culpa y mil hipótesis más.

Lo cierto es, a mi juicio, que, tal como solía decir una querida profe hace años, “andando se acomodan los melones en el carro”, es decir, una vez que se masifique el uso de la IA, tal vez sí se pierdan empleos, pero también se generarán otros. Entonces, es genial aprender a utilizarla, actualizarse en lo que propone mientras avanza, pero no hay porqué “salirse del carril” dándole un poder sobre nuestra naturaleza que no tiene por qué tener.

A propósito de esto último, comparto este excelente video sobre la charla TED que brindó la Ingeniera en telecomunicaciones Susana Pérez Sánchez, llamada: “IA y Emociones: la importancia de la experiencia humana”. Siendo experta en el área, ella supo resumir con maestría el tema y realmente no podría estar más de acuerdo con lo que expuso en su charla.

En síntesis: hemos pasado de la era de la información a la del conocimiento, y ahora estamos atravesando la era de la transformación, o digital/relacional. Hubo un período donde estuvo de moda el pensamiento lateral, al que se sumó el brainstorming, después del design thinking, y ahora transitamos las metodologías ágiles y el advenimiento de la inteligencia artificial.

Pero más allá de las modas, la esencia que se impone es la misma: se trata de recuperar el sentido común, la reflexión que nos da claridad y nos mantiene en el centro de nuestro eje neuro-cardíaco-visceral donde habitan la calma, la razón y la objetividad, de manera que se active la inteligencia emocional indispensable para fortalecer nuestros lazos humanos y continuar con menos carga el camino de la evolución consciente que nos atañe a todos.

Si te gustó este artículo, dejá tu comentario y compartilo con otras personas. Gracias!

Mónica M. Arias.

Consultora Boutique en Comunicación de Excelencia.

contacto@monica-arias.com

IG @creceinspirando

Patrones Mentales Disruptivos

Los patrones disruptivos de la mente son, literalmente, interrupciones eficaces que realizamos conscientemente sobre nuestros “trances mentales” o hábitos psico-físicos arraigados en el inconsciente.

Todos tenemos “programas” del lenguaje y el comportamiento que nos limitan y se traducen en reacciones, acciones o desenvolvimientos “no conscientes” o automáticos.

Para lograr cambios efectivos, el cerebro cuenta con una capacidad magnífica llamada neuro-plasticidad: es la elasticidad que precisan las neuronas para ingresar nueva información y desechar la que no les sirve más.

Repitiendo ciertas acciones, reforzamos vías o caminos neuronales (redes hebbianas) que se fortalecerán a medida que las vayamos practicando (así como toda red neuronal que no utilicemos inexorablemente, se debilitará. Esta es la razón por la cual, si aprendés un nuevo idioma y lográs dominarlo pero no lo practicás, irás perdiendo la fluidez). En otras palabras: aprendizaje no practicado, se debilita.

Los diruptores mentales son inocuos y muy poderosos. Alteran los hábitos nocivos de forma simple, una vez que los reconocimos, es decir, que los hayamos traído a la conciencia (que nos hayamos dado cuenta, ¡bah!).

Además estimulan al cerebro a producir neurotransmisores (moléculas producidas por las neuronas), especialmente oxitocina y serotonina, que inundarán el cuerpo y generarán una sensación o estado casi inmediato de bienestar psico-físico.

En el cuadro adjunto y en colores – el cerebro se aburre del blanco y negro- van algunos ejemplos que podés empezar a practicar hoy mismo. Te sumo otros que no figuran en el cuadro:

ü Aprendé a distinguir los pensamientos dominan tu vida: ¿ayudan a tu progresivo cambio o te anclan en la zona de confort?

ü Cada tanto elegí un camino distinto para ir a tu trabajo/actividad. Salí a caminar y a  conocer otros barrios alejados de tu casa.

ü Cruzá varias veces al día tus brazos sobre tu pecho y dejá tus manos descansar sobre tus hombros contrarios.

ü Hacé intervalos breves en tu trabajo. Ej: focalizate en trabajar a conciencia durante 90 minutos seguidos, y luego “cortá” por 10 minutos. Repetí.

ü Fomentá la cultura de altos valores humanos y principios universales en todos los ámbitos en los que interactúes.

ü Chasqueá los dedos cuando te sorprendas “abrumado/a” o “atrapado/a” por pensamientos negativos recurrentes.

ü Permanecé en silencio varias veces al día.

ü Elegí conscientemente las palabras y frases que dominen tu pensamiento y aquellas que pronuncies (para elevarte y elevar, ayudarte y ayudar, alegrarte y alegrar)

ü Colocá de vez en cuando tus palmas en señal de rezo y a la altura de tu corazón. Esto previene y calma inmediatamente cualquier estado de ansiedad (unión de hemisferios cerebrales).

ü Amate y amá.

Cambiar hábitos es un proceso que requiere paciencia, práctica sostenida y tiempo.

Si ponés estos tres elementos en la mira, cualquier transformación personal o laboral, será posible.

¡Muchas Felicidades!

Lo lindo y lo no tan lindo de 2022 ya es casi un recuerdo…

Mientras es prácticamente imposible no hacer «balances» al cerrar un año, lo bueno es reconocer con gratitud el haberlo transitado, a veces con entusiasmo y alegría, otras con desilusión o mucho dolor…

De todo lo vivido me quedo con las hermosas relaciones, las de fierro y las que surgieron este año «como si tal cosa»…Parecen todas tapices tejidos por el Espíritu, a Quien tan poca pelota le damos…(la ciencia ya comprobó su existencia señoras y señores).

Decía Elisabeth Kubler Ross, cuyo trabajo siempre admiré:

«La gente más bella que hayamos conocido es la que padeció derrotas, sabe qué es el sufrimiento, la lucha, las desilusiones y las pérdidas, y aún así, ha encontrado la salida de sus más oscuras profundidades.
Estas personas poseen un aprecio, sensibilidad y comprensión de la vida tales, que viven irradiando compasión, gentileza y una preocupación por los demás genuina y amorosa.
La gente más bella se forja en el fuego del azar, y su mirada es irresistible».

Que todas las puertas de tu 2023 estén abiertas.

Que tu Presencia sea Bienvenida dondequiera que vayas.

Y que vivas este Nuevo Año en Paz y con Alegría, Salud Plena, Trabajo y mil Bendiciones!

2023… allá vamos! ❤️

Un mensaje con Buenos Deseos…

Muchas Felicidades – Season´s Greetings.

Esta es la época del año que más me gusta y disfruto… 

Quizá porque el Espíritu de Navidad (sin importar la creencia) llena los espacios y parece rescatar lo mejor de cada ser humano en todas las latitudes, año tras año, contra viento y marea….y eso me encanta.

Hoy les escribo para desearles disfruten junto a sus familiares, amistades y seres queridos, una Navidad donde prime un sinfín de alegrías compartidas con afecto, magia y salud plena.

Y que el año 2023 los acompañe cumpliendo sus proyectos y anhelos más preciados con entusiasmo y en Paz – Bendición invaluable – tanto personal como profesionalmente.

¡Muchas Felicidades!  Mónica.

This is the time of the year I love the most.

Maybe because the Spirit of this Season (no matter your belief) fills the space and seems to take the best out of each human being once and again… and that is simply beautiful.

Today I am writing to wish you all, along with family, friends and beloved ones, a Christmas´celebration where endless joys prevail, shared with affection, magic and in full health.  

May the year 2023 finds you making your most precious dreams and desires come true, both personally and professionally, with enthusiasm and in Peace.

Merry Christmas and Happy New Year! Mónica

El poder transformador de elegir los pensamientos

Escuchamos y leemos permanentemente que pensar bien equivale a vivir mejor. Sabemos que no hace falta convertirse en alguien “fuera” de la realidad para reconocer esta verdad – que dicho sea de paso, está científicamente comprobada hace rato – pero lamentablemente no lo creemos así. ¿Por qué será?

Una razón podría ser que seguimos pensando que no puede ser tan simple, que esto de elegir los pensamientos es una pérdida de tiempo, es demasiado “metafísico” o “tirado de los pelos”, que no se puede elegir pensar bien porque la vida no siempre es agradable (lo cual es cierto) y bla bla bla…

Así, continuamos viviendo un día tras otro como el anterior – o de manera similar – y no le damos cabida a intentar siquiera un cambio en nuestra manera de pensar, sea porque no sabemos por dónde empezar, sea porque creemos que “la realidad” nos pegó fuerte y es demasiado “dura” como para pensar distinto, sea porque no creemos que cambiar nuestros pensamientos pueda funcionar para mejorar nuestra vida…pero sí funciona.

El laboratorio de Neuro-imagen de la Universidad del sur de California – USA – ha comprobado a través de múltiples scanners cerebrales, que tenemos casi 70 mil pensamientos diarios, la mayoría negativos y repetitivos. Es decir, se han convertido en pensamientos habituales que generan nuestra rutina diaria (realidad). Y como somos criaturas de hábitos, estos pensamientos habituales nos mantienen programados mental y físicamente para pensar y hacer siempre lo mismo.

El asunto de la resistencia a creer en la posibilidad de mejorar nuestra realidad a través de la elección consciente del pensar, no debería ser minimizado, más bien, debería al menos probarse y experimentarse en carne propia antes de emitir juicios adversos sobre su efectividad.

Por otro lado, y a pesar de estas resistencias, la Ciencia – en particular la Neurociencia – y la metafísica no están hoy tan enfrentadas como lo estuvieron durante siglos. Más bien, se están complementando, aunque las resistencias a esta complementariedad sigan hostigándonos, de manera que, en vez de acercarnos con curiosidad a estas prácticas, las rechazamos de lleno solo porque “nos parecen ridículas” o demasiado “woo.woo”, no “convencionales”, poco fundamentadas, “pseudocientíficas” etc etc.

Pero tanto el ridículo – reírse de uno mismo por ejemplo – como el humor, son antídotos excelentes contra los pensamientos negativos enquistados, y pueden transmutar con mucha facilidad estados de ánimo adversos para iniciar cualquier tipo de cambio por más difícil que este pueda parecer. Y sí, queridos racionalistas, esto también está comprobado por la Neurociencia.

Una muestra del acercamiento de la ciencia a la metafísica, se puede observar estudiando epigenética (realidad por sobre la genética). El biólogo norteamericano Bruce Lipton, en su libro “La biología de la creencia” afirma, entre otras cosas, que nuestros genes no controlan nuestro destino como usualmente creímos durante siglos, sino que a través de sus investigaciones pudo concluir que es el entorno o ambiente el que influye directamente sobre nuestras trillones de células, siendo los pensamientos el origen primario de cómo “interpretamos” ese ambiente o entorno en que solemos vivir.

Para Lipton, en síntesis, los pensamientos generan una energía que se refleja en nuestro cuerpo y emociones, impactando directamente en todo el espectro de nuestra realidad, en particular en el mundo relacional – con nosotros mismos y con quienes interactuamos – único mundo que tiene sentido para evolucionar conscientemente.

Cabe aclarar que muchos de los pensamientos que nos “persiguen” y se repiten, no son conscientes. Es decir, no tenemos la menor idea de por qué los pensamos…

Provienen del área de nuestra mente más poderosa porque dirige el 95 % de nuestra vida: el inconsciente. Allí se albergan las creencias, experiencias, emociones y todo tipo de resistencias posibles, listas para “revelarse” cuando menos lo esperamos…porque bueno, el inconsciente en cierta medida es nuestro “protector” y una de sus funciones es que evitemos los “peligros” de toda novedad, para permitirnos seguir vivos.

El tema es que a veces “se le va la mano” y nos quiere ver “obedientes, estancados, quietitos, calladitos” para que esas ideas o pensamientos nuevos no obstruyan su labor de preservarnos…Si entendemos que su poder es inmenso – porque además dirige todas las funciones vitales del cuerpo sin que nos demos cuenta – habremos entendido que no hay que “contradecirlo”, sino más bien, honrarlo, darle las gracias y por qué no, re-educarlo para que nos permita crecer sin trabas inútiles, miedos exagerados o pensamientos que nos anclan al pasado.

Para cambiar los pensamientos solo hace falta decidirse a hacerlo y …nada más. Nuestro poder de decisión consciente es enorme, y cuando lo ponemos en práctica y repetimos la elección, lentamente observaremos cambios positivos. No se trata de recitar mil veces afirmaciones, aunque no está de más hacerlo si nos ayuda. Se trata de observar con atención cada pensamiento y detectar cuáles no son favorables ni nos sirven para crecer.

Estar atentos y observar cual testigo neutral – sin emitir juicios – cómo la mente teje y teje sin cesar y produce en nuestro cuerpo y psiquis efectos no deseados, puede lograrse con claridad cuando la calmamos, cuando ese “ruido” mental se reduce virtualmente a ningún ruido…Este estado se puede lograr mediante opciones diversas, muchas de las cuales son prácticas milenarias orientales: meditación, mindfulness – estar plenamente presentes – Respirar conscientemente, Qi-Gong, Tai-Chi, Yoga, Tapping, Energy healing, Grounding, etc…que constituyen patrones mentales disruptivos también avaladas por las últimas investigaciones neurocientíficas.

Cuando detectamos algún pensamiento “maleza”, la idea es elevar la consciencia (nuestro nivel perceptivo) sobre dicho pensamiento, para lo cual, primero es ideal identificar si es recurrente, y luego, anotarlo sin juicios.

Ejemplo: Hoy descubrí que mi pensamiento XX es nocivo y se repite, provocándome malestar.

Elevar la consciencia implica salirnos del patrón de pensamiento que mantiene a la mente en un círculo de repetición continua que no nos favorece. Hay múltiples formas de lograrlo, llamadas justamente “patrones mentales disruptivos” Las nombradas más arriba son algunos ejemplos, pero hay muchísimos más. Por ejemplo: practicar Arte en cualquiera de sus manifestaciones, bailar, cantar, reírse de uno mismo, etc.

Una de las prácticas más efectivas, una vez que lo hemos escrito, es leer el pensamiento “maleza” que anotamos y literalmente, desafiarlo.

Por ejemplo, podemos decirnos:

«Este pensamiento – el que detecté como nocivo y anoté antes – ¿es verdaderamente mío, es decir, soy yo quien lo piensa realmente, o tal vez provenga de alguna creencia que no logro descubrir?«

«Honro este pensamiento, provenga de donde provenga, aunque no lo considero útil en mi vida. Por lo tanto, lo descarto ahora y lo dejo ir…y en su lugar pienso este que me da más energía y me ayuda a crecer: XX (escribimos y decimos en voz alta el nuevo pensamiento)».

Es importante hacer el ejercicio sin expectativas inmediatas de sentir o atestiguar absolutamente nada. Simplemente, se realiza y luego continuamos con nuestras actividades normales. Y al volver a «descubrir» otros pensamientos nocivos, volver a repetir el proceso, y así sucesivamente…

Esto mismo puede aplicarse tanto al área personal como al mundo laboral. Cada Líder puede beneficiarse enormemente de reconocer sus propios procesos adversos de pensamiento, que le impliden acercarse a sus equipos desde el servicio, la comunicación de excelencia, el valor agregado de generar bienestar y compartirlo.

Los procesos de cambio de pensamientos pueden variar en tiempo. Hay personas que rápidamente identifican pensamientos nocivos y no sin esfuerzo pueden revertirlos. Hay otras que intentan un par de veces estas prácticas – u otras – y abandonan porque no ven los resultados que anhelan de manera inmediata. Muchas otras creen que esto es simplemente imposible, y por eso ni siquiera se molestan en leer artículos como este.

Con todo, es muy importante reconocer lo siguiente:

  • Nuestra mente inconsciente no es nuestra enemiga, sino todo lo contrario. Es posible calmarla para evitar que nos bombardee con pensamientos nocivos, que se repiten y generan la “zona de comodidad” donde el inconsciente percibe que estamos “seguros”.
  • Los pensamientos son el origen de lo que llamamos usualmente nuestra “realidad”, que siempre estará teñida de la energía que emanemos al permitirles anclar ad-infinitum ciertos estados de ánimo.
  • Cambiar nuestros pensamientos con intención de “vibrar más alto” (elevar nuestro estado de consciencia para afectar positivamente nuestro entorno) es posible, simple (lo cual no es sinónimo de fácil) y requiere solamente que estemos dispuestos a trabajar día a día en ello.
  • Requiere, además, de nuestro poder de elección y decisión consciente, de que seamos capaces de practicar de manera sostenida y continua en el tiempo los patrones disruptivos o prácticas que hayamos elegido para lograrlo, de una cuota enorme de tolerancia, paciencia y auto observación, y de darle cabida al humor a pesar de las “circunstancias” que estemos atravesando.

Pero fundamentalmente, el proceso de cambiar nuestros pensamientos y generar un bienestar mayor, requiere de mucho pero mucho amor y respeto, tanto hacia nosotros como hacia todo y todos, ya que en definitiva, nuestra “fragmentación” es ilusoria: estamos unidos – para bien o para mal – en mente, corazón y Espíritu.

Y esto último, señoras y señores, aunque no se pueda explicar o “razonar”,  también ha sido comprobado por la Neurociencia…Amén.

Reflexiones de fin de año para Mujeres Líderes

Hoy es 19 de Noviembre. En el día de la Mujer Emprendedora, me da alegría compartir el último artículo que escribí en mi columna de Visionarias para reflexionar, cerrando el año, sobre las tantas creencias culturales que nos fueron impuestas por siglos, así como cuáles pueden ser algunos de los factores que siguen influyendo en el auto-maltrato y la ignorancia.
Espero lo disfruten al leerlo, tanto como yo lo disfruté al escribirlo.

Van mis felicitaciones a todas las mujeres emprendedoras del mundo, por su coraje, voluntad, empeño en continuar el camino emprendedor contra viento y marea, atravesando con entereza todos los obstáculos, riéndose de sí mismas, comparriendo su actitud de aprendizaje permanente y por sobre todas las cosas, por el amor que le ponen a cada una de sus creaciones, sean virtuales, personales o híbridas. Salud señoras!

The world is our oyster! Amén.

https://visionarias.business/margenes-versus-evolucion-reivindicando-el-universo-femenino

Link al artículo (arriba)

Oratoria Creativa: hablar en público con brillo propio.

¿En qué consiste la Oratoria Creativa y cómo se diferencia de la tradicional? Esta es una pregunta que me hicieron cuando me invitaron a brindar el taller «Cómo aprender Oratoria Creativa sin morir en el intento» para la comunidad de Visionarias Business, una revista online dedicada a las mujeres líderes del mundo con sede en España.

Va mi respuesta:

Oratoria Creativa es un estilo de oratoria que incluye la creatividad latente y única de cada persona que se anime a explorar en su interior, para crecer como disertante o para iniciarse como tal. En esto y muchas cosas más se diferencia de la oratoria tradicional, porque al ir más allá de la técnica, brinda una profunda y enriquecedora experiencia a quienes la practican. Implica un trabajo inside-out (de adentro hacia afuera) para reconocerse y explorar formas de conectar con la audiencia desde la impronta creativa única de cada quien,  por eso requiere de una apertura mental mayor para atreverse a ir más allá y experimentar la creatividad propia al iniciar este camino tan lindo y lleno de posibilidades.

Las estadísticas no mienten…


Por eso, tengas o no experiencia en hablar en público, o si sentís que el solo pensarlo te aterra, será un placer ayudarte a descubrir en tu interioridad el caudal creativo único con el que podés dar los primeros pasos para lograr la Maestría en este valioso conocimiento que hoy se convirtió en un no negociable para los líderes, sea cual sea su profesión, trabajo o simplemente si desean aprender a hablar en público de manera creativa para cumplir con una asignatura pendiente.

Si estás inetersado/a en aprender Oratoria Creativa para sumar esta herramienta de comunicación indispensable, no dejes de escribirme al email que figura en la siguiente slide o enviarme un Whatsapp al número que allí fugura 🙂