Reflexiones sobre el Día Internacional de la No violencia contra la Mujer.
Hoy, como cada 25 de Noviembre, conmemoramos el Día Internacional de la NO violencia contra la Mujer, instituido porque ese día, pero en 1960, se realizó en República Dominicana uno de los femicidios más atroces de la historia: El dictador Rafael Trujillo, mandó asesinar a golpes a Minerva Mirabal Reyes y a sus dos hermanas, Patria y María Teresa, en un descampado Dominicano.
Minerva no toleraba las injusticias del régimen de Trujillo, ni sucumbió ante sus reiteradas insinuaciones obscenas, y esto, sumado al hecho de que era líder de la resistencia contra el dictador, le costó la vida y a sus hermanas. (Recomiendo la película: “En el tiempo de las mariposas” con Salma Hayek como Minerva Mirabal Reyes).
Desde entonces pasó mucha agua bajo el puente… pero seguimos padeciendo altos índices de femicidios en todo el mundo, ejecutados en su mayoría por personas de nuestro entorno: parejas, ex paejas, amigos, novios, ex maridos, maridos u otros familiares.
Hacia el cierre del año, es bueno reflexionar no solo sobre logros profesionales y objetivos a futuro, sino también sobre esta dura realidad. Porque como suelo decir, los varones han sido criados, en general, por mujeres…Mujeres que no saben ponerles límites, atrapadas por los márgenes impuestos por la cultura, interpretando que amar es poseer, o ser poseídas.
Mujeres que manipulan, ocultan y niegan, generando su violencia interior que fomenta culpa y destruye su calidad de vida y la de su familia. Es decir, mujeres que no se aman a sí mismas…
El impacto de esa involución solo se “nota” y se lamenta con el tiempo, muchas veces demasiado tarde.
Por eso, liberarnos de culpas es el trabajo interior que debemos hacer para lograr madurez emocional, y evitar inconscientemente vivir esa madurez como una transgresión:
Por eso, invito a quienes lean este artículo a auto homenajearse con sencillez, pero con certeza y agradecimiento. Certeza por haber transitado este año con valentía e integridad, sabiendo que si bien es un ciclo a punto de cerrar, nuestro universo femenino puede aportar infinidad de bendiciones al que comienza – estamos llenas de dones que ansiamos compartir – siempre que aprendamos a reconocerlo y liberarlo.
Transitemos con gratitud plena este espacio-tiempo, y que nunca nos falte la alegría: seguramente, nuestras antepasadas vivían en esa frecuencia… signo inequívoco de su nivel de sabiduría.
De vez en cuando “escucho” sus carcajadas viviendo en comunidad, que brotan desde vaya a saber dónde…